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La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo hoy que la pandemia de gripe A/H1N1 se está propagando más rápidamente que ninguna otra pandemia y que es inútil contabilizar todos los casos individuales.
La agencia de Naciones Unidas, que declaró una pandemia por gripe el 11 de junio, revisó sus requerimientos para que las autoridades sanitarias nacionales sólo tengan que informar de casos graves o muertes a consecuencia del nuevo virus H1N1 o sobre modelos clínicos poco comunes.
"La pandemia de gripe de 2009 se ha extendido internacionalmente a una velocidad sin precedentes. En anteriores pandemias, los virus de la gripe han necesitado más de seis meses para extenderse tan ampliamente como lo ha hecho el nuevo virus H1N1 en menos de seis semanas", constató la OMS en un comunicado.
Se ha convertido en algo casi imposible para las autoridades sanitarias y los laboratorios seguir contabilizando los casos individuales --que en su mayoría han sido leves-- mientras el virus se propaga, según la OMS. Los expertos calculan que hay al menos un millón de personas infectadas sólo en Estados Unidos y la OMS advierte de que la pandemia es imparable.
Así las cosas, según el portavoz de la OMS, Gregory Hartl, hay un acuerdo general sobre que "intentar registrar e informar de cada uno de los casos es un gasto enorme de recursos". El recuento ha limitado la capacidad de las autoridades para investigar los casos serios y ya no es necesario controlar el nivel o la naturaleza del riesgo que supone el virus, argumentó la OMS.
No obstante, agregó, todos los países deben seguir observando atentamente los casos inusuales de afecciones graves o fatales de la nueva gripe, casos de dificultades respiratorias que requieran hospitalización o modelos clínicos poco comunes.
"Las señales para permanecer vigilantes incluyen picos en el nivel de absentismo en las escuelas o en los centros de trabajo, o una manifestación más severa de la enfermedad, que sería indicado, por ejemplo, por un aumento de visitas a urgencias", indicó la OMS.
La agencia dejará de difundir tablas globales con los números de casos confirmados en todos los países, que se elevan a 94. 512 casos con 429 muertes, según la última actualización realizada el 6 de julio. En su lugar, emitirá actualizaciones regulares sobre los nuevos países afectados, que deben informar de sus primeros casos confirmados, cifras semanales y detalles sobre la epidemia.
Los países deben seguir analizando un número limitado de muestras del virus semanalmente para confirmar que los casos se deben realmente al virus H1N1 y monitorizar los cambios virológicos que puedan ser importantes para el desarrollo de las vacunas, agregó.
La nueva gripe puede ser tratada con antivirales como Tamiflu, de Roche, o Relenza, de GlaxoSmithKline, pero muchos pacientes se recuperan sin tratamiento médico.
La agencia de Naciones Unidas, que declaró una pandemia por gripe el 11 de junio, revisó sus requerimientos para que las autoridades sanitarias nacionales sólo tengan que informar de casos graves o muertes a consecuencia del nuevo virus H1N1 o sobre modelos clínicos poco comunes.
"La pandemia de gripe de 2009 se ha extendido internacionalmente a una velocidad sin precedentes. En anteriores pandemias, los virus de la gripe han necesitado más de seis meses para extenderse tan ampliamente como lo ha hecho el nuevo virus H1N1 en menos de seis semanas", constató la OMS en un comunicado.
Se ha convertido en algo casi imposible para las autoridades sanitarias y los laboratorios seguir contabilizando los casos individuales --que en su mayoría han sido leves-- mientras el virus se propaga, según la OMS. Los expertos calculan que hay al menos un millón de personas infectadas sólo en Estados Unidos y la OMS advierte de que la pandemia es imparable.
Así las cosas, según el portavoz de la OMS, Gregory Hartl, hay un acuerdo general sobre que "intentar registrar e informar de cada uno de los casos es un gasto enorme de recursos". El recuento ha limitado la capacidad de las autoridades para investigar los casos serios y ya no es necesario controlar el nivel o la naturaleza del riesgo que supone el virus, argumentó la OMS.
No obstante, agregó, todos los países deben seguir observando atentamente los casos inusuales de afecciones graves o fatales de la nueva gripe, casos de dificultades respiratorias que requieran hospitalización o modelos clínicos poco comunes.
"Las señales para permanecer vigilantes incluyen picos en el nivel de absentismo en las escuelas o en los centros de trabajo, o una manifestación más severa de la enfermedad, que sería indicado, por ejemplo, por un aumento de visitas a urgencias", indicó la OMS.
La agencia dejará de difundir tablas globales con los números de casos confirmados en todos los países, que se elevan a 94. 512 casos con 429 muertes, según la última actualización realizada el 6 de julio. En su lugar, emitirá actualizaciones regulares sobre los nuevos países afectados, que deben informar de sus primeros casos confirmados, cifras semanales y detalles sobre la epidemia.
Los países deben seguir analizando un número limitado de muestras del virus semanalmente para confirmar que los casos se deben realmente al virus H1N1 y monitorizar los cambios virológicos que puedan ser importantes para el desarrollo de las vacunas, agregó.
La nueva gripe puede ser tratada con antivirales como Tamiflu, de Roche, o Relenza, de GlaxoSmithKline, pero muchos pacientes se recuperan sin tratamiento médico.
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